Aun cuando, en estos últimos tiempos, algunos nubarrones planean sobre Angoulême, el Festival Internacional del Cómic se ha convertido en una cita anual obligatoria para los medios de comunicación, que no dejan de celebrar este “símbolo de la cultura popular”, proclamado así por el propio director de la editorial Dargaud, Claude de Saint-Vincent. No se necesita una justificación: el cómic es por naturaleza popular. Y además está destinado a los “jóvenes de 7 a 77 años”, según una fórmula que ya es famosa. Por otra parte, el periodista Daniel Couvreur se muestra formal: el eslogan de la revista Tintin desde 1948 “sigue siendo la más bella imagen de [esa] vocación popular”. ¿No será demasiado hermoso para ser verdad?
En efecto, los hechos parecen ser menos maravillosos. Según un estudio del Ministerio de Cultura francés, la lectura de historietas no reúne a todas las generaciones: es una práctica más bien juvenil que (...)