Las primeras protestas en Burkina Faso contra la ablación, una práctica que existía desde antes de la llegada del islam, se remontan a comienzos del siglo XX. Emanaron especialmente de los religiosos blancos. Algunos habitantes siguieron sus consejos. Sin embargo, las niñas que no eran sometidas a la ablación tenían dificultades para encontrar marido, y si lo encontraban, los maridos las hacían mutilar después del matrimonio. En los años sesenta, después de la independencia, el nuevo presidente de Alto Volta (antiguo nombre de Burkina Faso), Maurice Yameogo, intentó una campaña de sensibilización, pero se le reprochó tener una actitud de “blanco de piel negra”, y debió dar marcha atrás.
El año 1975 fue el Año Internacional de la Mujer. Algunas mujeres denunciaron ese flagelo por radio. Pero en muchos casos la hostilidad con que se respondió a su iniciativa fue violenta. Hubo que esperar todavía diez años hasta la Semana Nacional (...)