Ediciones La Catarata y la Plataforma por la Democracia Económica, nos presentan un trabajo colectivo sobre la participación de los trabajadores en la gobernanza de la empresa. Una propuesta interesante en un momento donde factores exógenos no contemplados, como la pandemia y la guerra de Ucrania, han torcido parcialmente el brazo de la “ortodoxia”. En este escenario fluyen dos ideas de enorme potencia: 1) El papel del Estado como emprendedor de la innovación tecnológica y como redistribuidor de rentas; y 2) La democratización de la empresa y la participación del trabajo en el gobierno corporativo, al que contribuye este libro.
Ignacio Muro nos aporta una solida y excelente introducción donde nos sitúa en el contexto actual en el que: “el valor de una compañía dependerá cada vez mas de su capacidad para capitalizar el conocimiento interno, su inteligencia colectiva”. Carlos García de Andoain reflexiona sobre la perspectiva ética de la cooperación y otros artículos nos acercan a la relación entre la codeterminación y la eficiencia económica (Huerta y Salas), el análisis de las experiencias más avanzadas en los países nórdicos y en Alemania (Gómez Gordillo, Sanchez Pachon, Otxoa-Errarte, Sara Lafuente), así como la experiencia española del Grupo Mondragon (Marcos de Castro).
La contribución de Gema Galdón y Héctor Ortega nos señala con contundencia que lejos de que la digitalización y la gestión algorítmica deshumanizada impidan la participación de los trabajadores, esta se hace más urgente so pena de retrocesos en derechos básicos y de la aplicación de sistemas automatizados de una alta ineficiencia de gestión.
Todo ello nos conduce a una reflexión actual y unas propuestas presentadas por Toni Ferrer, Joan Carles Gallego y Roberto Uriarte que coinciden en dos puntos altamente relevantes: 1.º La participación de los trabajadores se encuentra recogida en el artículo 129.2 de la Constitución Española; 2.º Frente a la resistencia a que la democracia entre en las empresas es necesario el impulso legislativo.