Cuando en 2004 Arianna Huffington eligió apoyar a John Kerry contra George W. Bush, el Partido Demócrata descubrió a una aliada inesperada: durante diez años había militado ardientemente junto a los republicanos. Tras la derrota de su (actualmente ex) esposo, heredero de un magnate de la energía y antiguo colaborador de Ronald Reagan en las elecciones senatoriales de 1994, Huffington se lanzó efectivamente a una carrera de editorialista política de tendencia conservadora. Integró un think tank cercano a Newton Gingrich –actual jefe de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes–, publicó una serie de libros y creó un sitio en internet (Resignation.com) cuyo único objetivo consistía en conseguir la renuncia del presidente Bill Clinton luego del caso Monica Lewinski.
Más tarde, Huffington viró a la izquierda: “Dejé el Partido Republicano [pues] mi percepción del rol del Estado cambió”. En 2005, para revigorizar a un Partido Demócrata moribundo, lanzó el Huffington (...)