En este cómic, a través de Marcelino, obrero textil afiliado a Izquierda Republicana, Lucía, su esposa, y su hijo, también de nombre Marcelino, conoceremos con toda su crudeza la vida de los madrileños durante la Guerra Civil. Se trata de cuatro álbumes en los que, mediante su estilo de rostros lacerados por la tragedia y el horror, Carlos Giménez logra transmitirnos el dolor y la crueldad de aquella contienda.
En sus palabras introductorias, Giménez lo deja muy claro: ni es neutral ni facilonamente partidista. “El tibio quiere encontrar una historia light del estilo ’todos somos buenos’; el rojo recalcitrante sólo quiere escuchar lo bueno que somos los de este lado; el azul pertinaz, lo malos que son todos los de enfrente, y el fascista declarado, lo que quiere es que no se hable del asunto. Sobre todo no quiere que hablen de ello los que hasta ahora no habían (...)