Aun está por verse la magnitud a largo plazo de las consecuencias que tendrá el brexit para Irlanda del Norte. Pero el proceso ya se ha cobrado sus primeras víctimas: el Partido Unionista Democrático (DUP) y, en un sentido más amplio, el conjunto de los partidarios de la tutela británica sobre Belfast y su región. Tras décadas de implacable resistencia al nacionalismo irlandés en todas sus manifestaciones, la dirección política del unionismo del Ulster se recupera de un golpe autoinfligido.
Cuando Arlene Foster heredó la dirección del DUP de manos de Peter Robinson en diciembre de 2015, el partido y su causa parecían gozar de buena salud. En 2007, tras años de evasivas, el DUP aceptó formar gobierno junto al Sinn Féin. Dos años antes, el brazo armado de este, el Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés), había entregado las armas y declarado un alto el fuego permanente.
Algunos (...)