Las víctimas y su sufrimiento han sido durante mucho tiempo olvidadas, especialmente por parte de una justicia cuyo objetivo era ante todo resolver la suerte del criminal y proteger a la sociedad. Gradualmente, se han ido reconociendo sus derechos y un estatuto que permite la reparación más justa del perjuicio sufrido. Los movimientos feministas y las asociaciones humanitarias han representado un importante papel en el mejoramiento de la suerte de las víctimas en el curso de la dos últimas décadas.
El Consejo de Europa ha adoptado últimamente varios acuerdos para la ayuda a las víctimas y la indemnización que pueden recibir. En Francia es el objeto de la ley del 15 de junio de 2000. La criminología se enriquece con una nueva rama, la victimología, que estudia las consecuencias de la infracción, la posibilidad de ayudar a las víctimas, pero también, en una perspectiva de prevención, las condiciones que llevaron a (...)