El fondo Providence Equity Partners puede jactarse de haber hecho un negocio rentable: con cada nuevo curso escolar, la Escuela Internacional Bilingüe (EIB) de París ingresa 6.495 euros por alumno en concepto de escolarización, pero no desembolsa un solo céntimo para pagar los salarios de los profesores. El ardid es simple: el liceo EIB Étoile es una escuela concertada, “bajo contrato de asociación” (sous contrat d’association) con el Estado. En efecto, en 1959, la ley Debré asoció la mayoría de centros privados al servicio público de educación francés. En aquel entonces, los dos pretextos aducidos fueron la necesidad de hacer frente a la abundancia de niños como consecuencia del baby-boom y la extensión de la escolarización obligatoria (hasta la edad de 16 años a partir de ese año), y de poner fin a la guerra entre la escuela pública y la privada, principalmente católica.
Desde entonces, cualquier establecimiento educativo privado francés puede, (...)