Argelia. Con más de 8 hijos por mujer, la tasa de fecundidad argelina era, en la época de la independencia, una de las más altas del mundo árabe. La transición demográfica empezó más tarde que en los países vecinos –una particularidad que debe menos a la política de natalidad del Gobierno que a los efectos de una economía de renta, que prácticamente permitió alimentar a la población de “la cuna a la tumba”. En dos décadas, su fecundidad se derrumbó hasta alcanzar la de Túnez y Marruecos. Pero, a partir de 2000, experimentó una evolución inversa a la de los países vecinos y comenzó a progresar. La reabsorción de la crisis y la disminución de la violencia política contribuyeron al aumento del número de matrimonios (341.000 matrimonios celebrados en 2009 frente a 280.000 en 2005).
Libia. Subpoblada y rentista, Libia vivió una transición demográfica similar a la de los países del (...)