El primer “mártir”
En 1820, Assaad Chidyaq, joven cristiano maronita del Monte Líbano, conoce a Jonas King, un misionero estadounidense, y se convierte al protestantismo. El acto no está exento de riesgos. En esa época, prosélitos evangélicos recorren Oriente Próximo, bajo dominio otomano. Allí abren escuelas con el aval más o menos implícito de la Sublime Puerta, que busca dividir a las diversas Iglesias cristianas. En respuesta, el patriarca maronita Yussef Hobaich publica un edicto estipulando que cualquier conversión a otra religión conlleva la excomunión inmediata. Chidyaq es rechazado por su comunidad y detenido durante varios años en el monasterio de Qannoubine hasta su muerte en 1830. Según otra versión, las autoridades religiosas maronitas habrían decidido encerrarlo en una gruta. Mal alimentado, habría perdido la razón antes de fallecer. Fuera como fuese, Chidyaq es reconocido por numerosas Iglesias evangélicas occidentales como el primer “mártir” protestante de Oriente Próximo. Su trágico (...)