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Para leer ’El pretexto de la memoria’

por Camilo Pérez Casal, abril de 2019

El miércoles 10 de agosto de 2011, a las 09:48, recibí un mensaje de Iván Giroud desde Madrid, con el asunto: MEMORIAS DEL FESTIVAL. El texto no pasaba de dos cuartillas y media. En la tarde le respondí: "me encanta, sigue, solo evita frases hechas como ’misión imposible’". Veintisiete minutos después ya tenía una respuesta: "ya esa frase está eliminada, sí, hay que chapear, te mando ahora lo que he hecho, me divierto mucho". Nunca imaginé que era el inicio de una aventura que tendría un largo recorrido y como feliz resultado las 288 páginas de El pretexto de la memoria. Una historia del Festival de Cine de La Habana, que el sello Capital Intelectual acaba de publicar en Buenos Aires.

El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano se celebra ininterrumpidamente en La Habana en diciembre desde 1979. Ha devenido cita obligada de encuentro y diálogo de realizadores, productores, actores, distribuidores y estudiosos del cine regional. Si hubiera que buscarle una razón a esta asistencia, sostenida en el tiempo y que cada año se incrementa y renueva, solo la justificaría el público de las salas cinematográficas de La Habana —para asombro de los organizadores del Festival, incluso en sus más difíciles horas, siempre ha estado cercano al centenar de miles de espectadores—, testigo entusiasta y memorioso de cada paso en el desarrollo de la cinematografía latinoamericana, sea en ficción, documental, animado, cartel o guion.

De las estrategias y los motivos para lograr ese sostenido interés de audiencia y capacidad de convocatoria internacional habla este testimonio. Iván lo presenta cronológicamente, desde su temprana relación a inicios de la década de 1980 con el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, fundado por Alfredo Guevara como presidente en marzo de 1959); su entrada en 1988 en el equipo organizador del Festival (en su 10ª edición), que dirigía Pastor Vega; su asunción de las funciones de director a partir del 16to Festival en 1994, responsabilidad que ocuparía durante dieciséis años consecutivos, hasta que en abril de 2011 se produce su abrupta salida (después de la 32da edición), y su regreso como presidente-director del Festival de Cine de La Habana en mayo de 2013.

Los veinticinco capítulos en que se articula el texto son fruto de la privilegiada memoria con que cuenta Iván —elogio que le han transmitido los lectores de sus páginas— y de su alejamiento de pretensiones estilísticas o declarativas. Ya una vez, refiriéndome a otro de sus trabajos [Alfredo Guevara en el ejercicio de la crítica, Ediciones Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, 2017, 336 p.], destaqué su "estilo cuasi ’arqueológico’ de investigar" y apuntaba que quizá fuera "una reminiscencia de sus estudios de formación en Ingeniería civil".

Él ha reconocido que las circunstancias que lo motivaron a sentarse a escribir estas vivencias y recuerdos, y la distancia (Madrid), lo ayudaron «a revisar y purgar, a intentar colocar cada pieza en un lugar de mi memoria». Este libro surgió para desmontar un desacierto.

Conmueve la franqueza inusual de sus páginas, la ausencia absoluta de necesidad de protagonismo de su autor. Y, sobre todo, la puesta de todas las relaciones, las institucionales y las personales, en función de sumar esfuerzos por situar la cita de La Habana en el exclusivo circuito de festivales internacionales de cine del mundo. Este libro es también un homenaje al equipo que ha realizado el Festival y a todos los que han colaborado en sus cuatro décadas de andar.

Con esta meta como afán es que se puede leer: "Las experiencias que uno recibe al dirigir un evento de este carácter son consecuencia de la interacción de múltiples factores y son intransferibles. Organizar es prever, aunque también es improvisar, crear partiendo de situaciones inéditas, lo cual nos obliga a encontrar respuestas únicas y eficaces. Y es esa la idea central que subyace en este texto: describir un proceso cultural complejo, que se desarrolla en un país muy diferente al resto de sus vecinos y en el que intervienen una serie de variables políticas, económicas y profesionales que están no solo definidas por una realidad nacional, sino en constante interacción con un mundo exterior, y más específicamente cinematográfico".

Ignacio Ramonet, que además de ser desde muy joven un empedernido cinéfilo, ha ejercido la crítica de cine (en Cahiers du Cinéma, en Libération y en Le Monde diplomatique) y ha sido partícipe de los cuarenta años de historia del Festival de La Habana desde su primera edición, sobre este libro escribe a su autor: "Todo me ha gustado en él. Su concisión, su claridad, su precisión, su honestidad, su valentía, su audacia... Tu mirada nítida sobre el cine... Tu lección sobre lo que es y lo que debe ser un Festival de cine... Tus relaciones con nuestro querido Alfredo. Has conseguido algo muy difícil: abordar con mucha tranquilidad y mucha serenidad (aparente) algo tan complejo y sofisticado como es el Festival de Cine de La Habana en el debate cultural/político en Cuba...".

Iván nos dice que de igual modo que sucede en la memoria, "a veces perviven misteriosamente detalles menores, quizás estos también sirvan para comprender mejor el entramado". Discurren así en el texto los avatares de la programación, su internacionalización ("abrir el diapasón al mundo sin perder el eje latinoamericano"), la conformación de los jurados, la diversa recepción de los premios y el papel esencial de la crítica; el justo balance de posibilidades de exhibición de las cinematografías nacionales, las acciones para ir actualizando la estructura y las secciones del Festival para adecuarlo a los cambios en el modo de hacer y los temas del cine de la región; la perenne preocupación por asegurar las fuentes de financiamiento, las realidades de Cuba; la irrupción de las obras de los jóvenes cineastas y la presencia imprescindible de la música, el teatro y las artes plásticas. No obstante, Iván nos aclara que las páginas de El pretexto de la memoria no intentan ser «una relatoría ordenada de momentos trascendentes, en ellas cohabitan las situaciones más complejas con hechos insignificantes" de Una historia del Festival de Cine de La Habana.

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P.-S.

El pretexto de la memoria. Una historia del Festival de Cine de La Habana
Autor: Iván Giroud
Capital Intelectual, Buenos Aires, 2018
ISBN: 978-987-614-563-3

Camilo Pérez Casal

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