El 6 de enero de 2014, los cantones de Rojava, en el Kurdistán sirio, se confederaron como comunas autónomas. Adoptaron un contrato social que establece una democracia directa y una gestión igualitaria de los recursos sobre la base de asambleas populares. Al leer la prolífica obra de Murray Bookchin y al mantener intercambios con éste desde su celda turca, donde cumple condena a cadena perpetua, el jefe histórico del movimiento kurdo, Abdullah Öcalan, hizo que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) diera un importante giro ideológico para superar el marxismo-leninismo de los primeros tiempos. El proyecto internacionalista de “confederalismo democrático” adoptado por el PKK en 2005, y después por su homólogo sirio, el Partido de la Unión Democrática (PYD), tiene como objetivo reunir a los pueblos de Oriente Próximo en una confederación de comunas democrática, multicultural y ecológica.
Nacido en 1921 de padres judíos, rusos y revolucionarios que emigraron (...)