El rottamatore, el demoledor, finalmente ha sido demolido. “Vuelvo a Pontassieve, como todos los fines de semana. Entro en mi casa, todos están durmiendo… como de costumbre. Salvo que esta vez es diferente. Conmigo llegan cajas, libros, ropa, cuadernos. He cerrado la vivienda de la tercera planta del Palacio Chigi [lugar de residencia del Jefe de Gobierno italiano]. Vuelvo a casa de verdad”. Así reaccionó Matteo Renzi en Facebook tras el referéndum en el que su proyecto de reforma constitucional fue rechazado por el 60% de los votantes, con un índice de participación récord –más del 65%–.
En realidad, su caída no sorprende. El ex alcalde de Florencia ha sido víctima de la lógica que lo aupó al poder en febrero de 2014; una lógica propia del sistema político italiano, el cual se inventa permanentemente nuevos hombres providenciales para, más tarde, quemarlos con la misma rapidez con el objetivo de satisfacer (...)