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Los falsos valores del ideal deportivo

Los héroes mitificados del olimpismo

Un periodo deportivo apasionante comienza el 12 de junio: la Copa de Europa de fútbol hasta el 4 de julio, el Tour de Francia del 3 al 25 de julio, sin olvidar los Juegos Olímpicos de Atenas del 13 al 29 de agosto. Pero la fiesta desaparece bajo los efectos de una mercantilización que conduce a valorizar el culto a los resultaods y a acelerar la carrera por el benficio económico… Las virtudes humanistas del deporte sirven con frecuencia para enmascarar la tiranía y la violencia que le van asociadas.

por Jean-Marie Brohm y Patrick Vassort, junio de 2004

La mundialización del deporte –que se inició en realidad después de la II Guerra Mundial, con la multiplicación sin fin de las competiciones– se vio acompañada de una “deportivización” del mundo como vector político-ideológico común al conjunto de las potencias financieras que someten el planeta a sus dictados. Después de que el barón Pierre de Coubertin lanzara el irresistible movimiento de propagación deportiva, resucitando en 1896 los Juegos Olímpicos en Atenas, el fenómeno deportivo se ha caracterizado por la combinación de varios factores: un desarrollo sin precedentes de la mayoría de los deportes en todo el planeta, su homogeneización internacional por medio de la codi­ficación de reglas unificadas, y la desaparición progresiva de las técnicas corporales y de los juegos vernáculos.

La unidad de este conjunto reconfiguró tanto los tiempos del mundo (con la implementación de calendarios competitivos cada vez más apretados, puntos de referencia aceptados por todos) como el espacio (...)

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