Virtualmente en estado de guerra, la República Libanesa y el Estado de Israel nunca han realizado una delimitación de fronteras desde la instauración del Estado hebreo en 1948. Mientras que los dos países vecinos siguen sin resolver su contencioso terrestre con respecto a las Granjas de Cheba, desde 2011 se disputan el control de una zona marítima que contendría importantes reservas de hidrocarburos.
Con una superficie de unos 870 km2, esta zona representa más del 3% de la zona marítima en la que el Líbano ejerce sus derechos soberanos en materia de exploración y de utilización de los recursos. Esta zona económica exclusiva (ZEE) prevista por el Derecho del mar se extiende desde la orilla hasta alcanzar las 200 millas marinas (unos 370 km). Aunque resulta difícil calcular el volumen exacto de gas oculto en ese perímetro debido a la imposibilidad de realizar perforaciones, esos recursos distarían de ser desdeñables. La (...)