El primer documento que registra la presencia de población gitana en España data del 12 de enero de 1425: llegada a Zaragoza, Reino de Aragón. Se trata de una carta de protección del papa Martín V, concretamente de un salvoconducto, para un grupo de familias itinerantes en peregrinación a Compostela, firmado por los reyes de Aragón, Navarra y Castilla. Durante 50 años, las autoridades políticas y religiosas protegieron a las familias gitanas amparadas bajo su condición de peregrinas. Fue con la fundación de la Inquisición, en 1478, bajo el reinado de Fernando II de Aragón, cuando las familias gitanas empezaron a sufrir una hostil persecución. La primera pragmática contra los gitanos fue redactada y emitida por el cardenal Cisneros, y firmada en Madrid por los Reyes Católicos el 4 de marzo de 1499. Conocida como la pragmática de Medina Sidonia, esta inauguraba una serie histórica de casi trescientas pragmáticas antigitanas.
Tras (...)