A principios de agosto se originó en Estados Unidos una crisis financiera en el sector de los préstamos hipotecarios. Inmediatamente, se propagó a otros sectores del sistema financiero mundial, con una rapidez y una amplitud que sorprendió a la colectividad de inversores y operadores (los “mercados”), así como también a los observadores. Los bancos centrales intervinieron con mucha rapidez, en particular otorgando créditos a intereses muy bajos, dirigidos a los bancos en dificultades (lo que se denomina creación de liquidez). Desde principios de septiembre se han alternado fases de calma con el anuncio de nuevas dificultades en empresas financieras o en bancos.
Para comprender todo el alcance del proceso desencadenado en el mes de agosto, hay que partir de una obra de Michel Aglietta y Laurent Berrebi (jefe de Economía de la sociedad Groupama Asset Management), Désordres dans le capitalisme mondial (Desórdenes en el capitalismo mundial). Los años 2003-2007 fueron años (...)