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El caso de Irlanda sirve de ejemplo

El Consenso de Berlín se impone en Europa

Los verdaderos centros de decisión de la Unión Europea no sólo son las sedes de la Comisión, el Consejo, el Parlamento y la Corte de Justicia (Bruselas, Estrasburgo y Luxemburgo). Habría que sumarles tres ciudades alemanas: Francfort, donde funciona el Banco Central Europeo; Berlín, desde donde se expresa la canciller alemana Angela Merkel; y Karlsruhe (Estado de Baden-Württemberg), sede del Tribunal Constitucional Federal. Este último, casi desconocido por la opinión pública, tiene sin embargo una influencia determinante en la vida de todos los ciudadanos europeos.

por Bernard Cassen, diciembre de 2010

En diferentes oportunidades, y a riesgo de contrariar a Bruselas, la Corte de Karlsruhe puso su grano de arena en la implementación de los tratados europeos. Así, hubo que esperar hasta noviembre de 1993 para que el Tratado de Maastricht entrara en vigor: pues, habiendo sido ratificado durante 1992 por todos los demás países, fue objeto en Alemania de un recurso suspensivo interpuesto ante el Tribunal, el cual sólo se determinó el 12 de octubre de 1993. Más recientemente, el 30 de junio de 2009, los jueces de Karlsruhe criticaron con dureza el Tratado de Lisboa subordinando su compatibilidad con la Ley fundamental alemana a la aprobación de una ley de seguimiento por parte del Bundestag y el Bundesrat. Entre los considerandos de su decisión, denunciaron el “déficit estructural de democracia” de la Unión e insistieron en “la centralidad del Parlamento Nacional” en la medida en que “el Parlamento Europeo (...)

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