Sobre un fondo invadido por un humo rojizo destaca la silueta amenazante de un hombre. “¿Está usted también contaminado por la extrema izquierda?”, pregunta Le Vif/L’Express en su portada del 31 de marzo de 2017. A continuación, el semanario belga propone un test para medir su “índice de contaminación”. Los lectores que defienden el derecho al aborto, a las minorías sexuales o la reducción de las desigualdades sociales serían “permeables a las ideas de la izquierda radical”; peor aún, podrían verse atraídos por los discursos “simples, e incluso simplistas”, del Partido del Trabajo de Bélgica (PTB) –una formación unitaria, presente en Valonia y en Flandes, donde lleva el nombre de Partij van de Arbeid van België (PVDA)–.
Creado en 1979, este partido de orientación marxista-leninista estuvo durante mucho tiempo confinado en resultados reducidos durante las elecciones nacionales, incapaz de superar el 1% de los votos. Pero las elecciones legislativas de mayo (...)