Francisco Álvarez insiste, y tal vez tenga razón, en que cualquiera y no sólo los tiburones avezados, pueden desenvolverse como pez en el agua en ese icono del capitalismo al que llaman Bolsa. Lo intentó con auténtico magisterio y estilo sencillo en su título anterior, No le digas a mi madre que trabajo en Bolsa, y persiste en esta nueva entrega que también hará las delicias de los lectores, aunque finalmente no decidan aventurarse en ese laberinto que tanta atención despierta entre los amos del universo y de cuyas zozobras, llegado el caso, apenas queda nadie a salvo.
Francisco Álvarez Molina (Madrid 1946) es Doctor en Ingeniería Informática y Licenciado en Matemáticas por la Sorbona de París. Trabajó en la Bolsa parisina entre 1971 y 1995, año en que fue nombrado Consejero-Director General de la Bolsa de Valencia. Tras desempeñar otras responsabilidades en esta actividad, preside actualmente Ética Soluciones Financieras.
Este nuevo (...)