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Un nuevo libro de Eduardo Galeano (Montevideo, 1940) es siempre un acontecimiento. Y una fiesta para el espíritu. Por la calidad de su inimitable estilo literario, argamasa de concisión extrema, de afilado humor y de exquisito lirismo. Y por la agudeza de su mirada crítica, dulcemente implacable, sobre los desvaríos de un mundo patas arriba. El autor confiesa que, en este libro, ha sucumbido al deseo de contar algunos episodios de la aventura humana en el mundo, y nos advierte que lo hace “desde el punto de vista de los que no han salido en la foto”. Los extractos seleccionados para nuestra edición por el propio autor que, en exclusiva para España, publicamos aquí lo confirman.
El título de la obra es Espejos. Eduardo Galeano la presenta a sus lectores con las siguientes palabras:

Los espejos están llenos de gente.
Los invisibles nos ven.
Los olvidados nos recuerdan.
Cuando nos vemos, los vemos.
Cuando nos vamos, ¿se van?

Este libro ha sido escrito para que no se vayan.
En estas páginas se unen el pasado y el presente.
Renacen los muertos, los anónimos tienen nombre:
los hombres que alzaron los palacios y los templos de sus amos;
las mujeres, ignoradas por quienes ignoran lo que temen;
el sur y el oriente del mundo, despreciados por quienes
desprecian lo que ignoran;
los muchos mundos que el mundo contiene y esconde;
los pensadores y los sentidores;
los curiosos, condenados por preguntar, y los rebeldes y
los perdedores y los locos lindos que han sido y son la
sal de la tierra.