El mundo se enfrenta a un doble desafío sin precedentes: erradicar el hambre y la pobreza y estabilizar el clima mundial antes de que sea demasiado tarde. Con la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París, la comunidad internacional ha asumido la responsabilidad de construir un futuro sostenible. Cumplir los objetivos de erradicar el hambre y la pobreza para el año 2030 y hacer frente a la amenaza del cambio climático son desafíos que requieren una profunda transformación de los sistemas alimentarios y agrícolas en todo el mundo.
Los cambios se deben adoptar sin poner en peligro la capacidad de los sectores agrícolas, para así poder satisfacer las crecientes necesidades mundiales de alimentos.
Se prevé que la demanda mundial de alimentos en 2050 aumente, al menos, en un 60 % debido al crecimiento demográfico y de los ingresos, así como a la rápida urbanización. Este crecimiento demográfico supone (...)