Si no fuera suficiente el optimismo economicista decimonónico en el perfeccionamiento humano, vinculado, y vehiculado, en la noción de progreso, la insistencia del discurso tardo- neoliberal en el gratificante belicismo de la competencia global, justifica, e incluso hace necesario, un examen de tal ideología a partir del cumplimiento de su promesa más cautivadora: la felicidad.
Esto es lo que se propone el libro de Franco Berardi, Bifo, fundador de la iniciativa Rekombinant, activista de la comunicación desde la mítica Radio Alice, quien adelanta, en un título singularmente gráfico, el diagnóstico negativo del análisis. En efecto, La fábrica de la infelicidad cuestiona el núcleo felicista del hipercapitalismo globalizante: “No hay ningún punto de vista útil para un juicio sobre lo existente que no sea el de la felicidad o el sufrimiento del organismo consciente”. ¿Es cierto que la evolución tecnoproductiva está produciendo un incremento de la felicidad?
Con artefactos metodológicos en la línea (...)